jueves, 16 de diciembre de 2010

Las bailarinas clandestinas


"Las bailarinas" es una creación de mi amiga Marián Tijm, la pintora holandesa. En septiembre perteneció a la colección que ella expuso exitosamente en Zaragoza. Ahora el cuadro está en mi casa. Llegó de Valderrobres hace una semana inesperadamente. ¡Qué maravillosa sorpresa este generoso regalo! Siento que, en la foto que tomé, no se aprecia como debiera. Tiré varias, pero no conseguí hacerlo mejor ni evitar que saltara el flash y se reflejara. La figura de la derecha parece que a la vez baila y se despereza mientras hincha el pecho para aspirar el mundo; cuando la miro, la imito sin darme cuenta. Vuela pajarito. Me gustan los sutiles escorzos, las piernas flotantes, los colores púrpura, la compensación de los volúmenes y la relación entre las bailarinas y el hecho de que formen un racimo, como si fueran ligeramente atadas por la cintura, lo que no les impide liberar el movimiento. Además, parece que hubieran venido avanzando desde un puntito lejano en la tela hasta alcanzar la estatura actual. Y se escucha música de títeres y campanillas cuando las miras.
No te lo creerías, Marián, pero anoche, en un instante en que me desperté y abrí un ojo, juraría que el cuadro estaba vacío, la tela en blanco... Escruté en torno y en la oscuridad las vi a las cuatro en comandita, danzando como locas por la alfombra y trepando por las flores de la cortina, todas enredadas en un fru-fru de sedas y en un ji-ji-ji de risas liliputienses. Sacudí la cabeza con incredulidad y apreté los párpados; cuando volví a abrir los ojos, ellas ya habían ocupado sus posiciones habituales en el cuadro, aunque el marco temblaba bajo el efecto de una extraña vibración... Estoy segura de que no lo soñé. Tienes que decirme qué mezclas de pintura empleas o a qué se debe que en tu estudio escondas todas esas probetas y herramientas secretas de alquimista.